Ya pasó el cuarto de hora
vamos cerrando.
Lo que te hizo reir ya no existe,
y todo tiende al olvido
como la risa tiende a la melancolía.
Estoy desapareciendo, finalmente,
y no siento la alegría que debería sentir.
Borro números como si borrase amor,
y no borro nada
y solo hay de cierto, lágrimas
y el recuerdo de una noche, que me tortura,
siempre me tortura.
Eran tus ojos, ya no es nada.