lunes, 21 de septiembre de 2009

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No se puede explicar la tranquilidad con palabras. Quizá lo más aproximado sea un día claro mirando el cielo tirado en el pasto. Quizá lo más aproximado sean tus ojos adorando algo que no se puede adorar. Quizá lo más aproximado sea el olvido y la distancia. Quizá lo más aproximado sea el dormir abrazados. Quizá lo más aproximado sea la presencia de amigos. Quizá lo más aproximado sea el no estar sólo nunca. Quizá lo más aproximado sea no vivir pensando en el pasado. No se puede explicar la tranquilidad con palabras.